1.  Determinación de Aranceles e Impuestos: La clasificación arancelaria establece la base para calcular los aranceles e impuestos que se deben pagar al importar o exportar productos. Cada código arancelario tiene asignado un arancel específico, que puede variar según el país de origen o destino del producto.

2. Cumplimiento de Regulaciones Internacionales: Cada país tiene sus propias leyes y regulaciones que rigen la importación y exportación de bienes. La clasificación correcta garantiza que los productos cumplan con estas normativas y eviten sanciones o retrasos en aduanas.

3. Negociaciones Comerciales: Los códigos arancelarios son fundamentales en las negociaciones de tratados de libre comercio. Ayudan a definir qué productos están incluidos en los acuerdos y cuáles son los beneficios arancelarios aplicables.

4. Estadísticas y Análisis de Mercado: La clasificación arancelaria permite a los gobiernos y organizaciones recopilar datos precisos sobre el comercio internacional. Estas estadísticas son esenciales para el análisis económico, la planificación de políticas comerciales y la toma de decisiones empresariales.

5. Transparencia y Eficiencia en el Comercio: Una clasificación arancelaria correcta facilita el proceso de importación y exportación al reducir el riesgo de errores y disputas en aduanas. Esto, a su vez, mejora la eficiencia operativa y reduce los costos para las empresas.

6. Protección de la Industria Nacional: Al clasificar correctamente los productos, los gobiernos pueden aplicar aranceles protectores para salvaguardar ciertas industrias nacionales de la competencia extranjera desleal, garantizando así un comercio justo.